Causa primordial de la hipotermia y temblores tras una intervención quirúrgica bajo anestesia general.
Es conocido por el público en general que tras una intervención quirúrgica, sobre todo si es bajo anestesia general, los pacientes sufren temblores que no son más que contracciones musculares incoordinadas de nuestro cuerpo, que intentan elevar la temperatura corporal que puede disminuir durante la intervención 1 grado o grado y medio, desde alrededor de los 37 grados normales.
Los principales proveedores de calor para el organismo son los músculos, que son el tejido o componente más abundante de nuestro organismo. Sus células mantienen constantemente un estado de contracción que denominamos tono muscular (es de sobra conocida la flacidez de los cadáveres recientes) y para mantener este estado las células musculares están quemando combustibles (glucosa) y a la vez produciendo calor. Los riñones, los pulmones y el corazón también son calderas corporales. El calor producido es transportado a todas las partes del cuerpo por la sangre.
Para realizar una anestesia general se administran sustancias (hipnóticos, sedantes, analgésicos) que conducen a nuestro cuerpo a un estado de coma controlado, esto quiere decir que nuestro sistema circulatorio, respiratorio, renal, nervioso, digestivo, etc, están funcionando por debajo de lo normal, sólo para mantener un metabolismo básico o basal. Pero el sistema que suele estar más afectado es el muscular, pues se utilizan, además de las sustancias señaladas los relajantes musculares o curares y la célula muscular pierde gran parte del tono muscular, produce menos calor y el organismo se enfría. A esto se añade el ambiente frío de los quirófanos (los cirujanos van muy cubiertos y no podrían trabajar en un ambiente caluroso) y otras causas. Actualmente se intenta paliar el enfriamiento utilizando protectores térmicos para el paciente durante la intervención.
Una vez el paciente pasa a su habitación o a la sala de despertar es cuando empieza a temblar. El sistema nervioso se recupera del coma, advierte la bajada de temperatura corporal y da la orden a las células musculares a través de unas sustancias llamadas neurotransmiores de elevarla y el sistema más rápido para conseguirlo es la contracción muscular, aunque sea incoordinada.
Explicación fisiológica.
Hemos revisado algunos artículos en español sobre temblor postoperatorio (Rev Esp Anestesiol Reanim 2012;59:379-89. Manejo de la hipotermia perioperatoria_ L.A. Fernández y M. Álvarez. Ó en Anales Medicos. Vol. 53, Núm. 4Oct. – Dic. 2008; 195 – 201. Temblor postanestésico: Prevención y manejo. Mario Quintero et al) y a pesar de su amplitud y prolijidad, la causa primordial creemos que no está bien aclarada. No obstante, basta con revisar los tratados de fisiología, para comprender de forma mas sencilla y eficaz la regulación de la temperatura corporal y su disminución tras una anestesia general.
En primer lugar conviene definir la reacción química más simple que se produce en las células de nuestro organismo:
Glucosa + O2 = CO2 + H2O + Energía + Calor. Y aplicarla a nuestro tema.
Durante la anestesia general con relajación muscular mediante bloqueantes musculares, la célula muscular (la más abundante y responsable principal de la homeostasis térmica) consume menos glucosa y O2 y todos los términos de la derecha de la reacción disminuyen.
Podemos comprobarlo midiendo el O2 consumido, calculando la diferencia entre el flujo del O2 inspirado y el espirado, veríamos que esta disminuye desde el principio al final de la anestesia, aproximándose al consumo basal de O2, que es de 1-2 ml por kg de peso.
También en el Capnómetro, donde se observa una bajada continua de la espiración del CO2 (EtCO2), que pasa de los casi 40 mm de Hg del principio a cifras menores a 30 mm de Hg, a medida que transcurre la intervención. Esto atribuido a veces a la hiperventilación, tendría sin embargo como causa principal la bajada en la elaboración de CO2, por disminución de la actividad celular, además de en el tejido muscular en todos los demás (nervioso, circulatorio, respiratorio, renal, digestivo y órganos endocrinos).
En la parte derecha de la reacción también se vería afectada además de la emisión de calor, la producción de H2O, esto último, se traducirá en la disminución del flujo urinario (debido además a otras causas más conocidas).
La contraprueba de esto es el desencadenamiento durante una anestesia de una hipertermia maligna, patología debida a un trastorno muscular con hipermetabolismo y una contracción muscular desenfrenada, donde observaríamos en el capnómetro cifras de EtCO2, superiores a los 100 mm de Hg, temperaturas de más de 40 grados y rigidez muscular.
Por otro lado, durante la fotosíntesis, efectuada en el reino vegetal, se invierten los términos de la reacción química anterior, y se restablece el equilibrio con el reino animal.
De hecho las plantas necesitan el CO2 para subsistir y debido al exceso de producción por la humanidad, los bosques en aquellas zonas donde aún existen están aumentando su frondosidad. Es el esfuerzo titánico de la vida para corregir nuestros errores.